OCTUBRE


Me atenaza la angustia del no poder recordar con claridad, o en absoluto,  tantas y tantas palabras dichas y recibidas, las voces de personas, nombres, sitios en los que estuve, las sensaciones que despertaron en mi esos momentos…
Me dan muchas ganas de llorar todo por estos días, pero supongo que esa es la naturaleza de la memoria y ahí radica su belleza también, en que su  soporte sea tan frágil y delicado: el tiempo

Sin embargo sus colores van a estar siempre presentes en mi alma. Un saludo y un abrazo.